Socio y Pablo

Es domingo y concurso, me toca madrugar, no me importa, es  mi afición y aunque puedo llegar a la pista a las 10 de la mañana, me gusta ver a los que empiezan, a los de Grado I.

Al llegar, saco a Socio del coche para darle una vuelta, quiero ver cómo está, si lo veo nervioso con tanto perro y tanta gente, intento cansarlo un poco, si lo veo tranquilo la cosa puede ir bien.

Empiezan a llegar, qué perrazos tienen, casi me da vergüenza, Socio todo blanco y rizado, "parece un corderito" me dicen las vecinas cuando lo saco al parque y, entre que parece un borrego y su altura y su peso es menor que la media de los perros con los que compite, así, en principio no tenemos posibilidades.

Por la megafonía ya se oye "¡ En pista Urco, preparado Socio!", la suerte está echada; ya estoy en pista, el juez me mira y me da la salida, mientras le quito el collar le hablo cerca e la oreja, en un susurro..."vamos a hacerlo bien, compañero"; le doy la orden de quieto, me alejo hasta el segundo obstáculo y....¡VAMONOS!, primer salto, HOP, segundo... HOP y pasa el tunel compañero, a la sallida sígueme a la rampa, muy bien, tuerce por aquí, da la vuelta, ya queda menos, venga sigue que les vamos a demostrar qué es un PDAE, vamos, pasarela, slalom, salto y estamos fuera, muy bien compañero, escucha cómo te aplauden. ¿Tiempo?, bien, no está mal, pero lo mejor es que has clavado el recorrido.

Nos sentamos con los compañeros, soltamos a los perros para que jueguen, hablamos de agility, de perros, anécdotas, entrenamientos, de los puntos que llevamos, de métodos de adiestramiento... de perros, nuestra pasión. Esto es agililty.