TIERRA DE CONEJOS
Los fenicios, pueblos comerciantes, llegaron a España, a la que llamaron "TIERRA DE CONEJOS", por la abundancia ingente de estos roedores orejudos; pues bien, la alimentación básica del perro de agua era el conejo.
Para la caza de liebres los íberos y celtíberos utilizaban el galgo español, pero en terrenos montañosos y matorrales, donde la efectividad del galgo era menor, y en terrenos acuosos se implantó la caza con el perro de aguas. El perro de aguas sigue el rastro de un conejo, hoy en día, sin desfallecer y sin importarle que haya matorrales o dificultades del terreno.